“…Casi no recuerdo el momento, pero siento que te sacan de dentro de mí.
¡Ya la tengo! – dice el doctor. Te alzan y te me muestran, estás llena de un líquido blanco. Te quiero abrazar, ponerte sobre mí pecho y sentirte. Pero se te llevan. Estoy abierta, los intestinos a fuera, y a ti te ponen sobre una mesa metálica lejos de mí.
No puedo parar de mirarte. Estás desnuda, boca arriba, y lloras. Te mueves desconcertada. Te miro y lloro. Estás lejos. Siento amor y siento rabia. Te quiero tener encima de mí, pero se te llevan, así, como si no fueses hija mía.”
/ Mireia / Parto por cesárea.